miércoles, 8 de julio de 2015

Lecto-escritura y analfabetismo funcional

Lecto-escritura y analfabetismo funcional

¿Qué ves cuando me ves?
Cuando una persona aprende a leer y escribir pero no puede aplicar estos conocimientos de manera práctica, hablamos de analfabetismo funcional.

Se diferencia del analfabetismo absoluto en sentido estricto en que éste supone la incapacidad absoluta de leer o escribir frases sencillas en cualquier idioma.

Leer y escribir

Leer es un acto de apropiación e interpretación de un mensaje escrito. El proceso de lectura implica interactuar con el texto.

Escribir es producir mensajes con un propósito definido y un destinatario real.

Aprender a leer y escribir es un proceso largo. Implica mucho más que codificar y decodificar.

Los pilares de la lecto-escritura son: la función simbólica, el lenguaje oral, el desarrollo motor y otras habilidades.
La función simbólica es la capacidad de representar las imágenes mentales.  (construcción, modelado, dibujo, dramatización, lenguaje, etc.).


Lenguaje oral

La intención comunicativa en la escucha y el habla desarrolla la capacidad de procesar y comprender incrementando las habilidades visuales, la memoria visual, auditiva y cinestésica; el análisis y síntesis, visual y auditiva; la orientación espacial y temporal; la autonomía y atención.


Conocimiento y aprendizaje

El conocimiento se construye a través de la interacción del individuo con el entorno sociocultural; al tomar en cuenta los conocimientos previos, respetar los ritmos y los procesos, desarrollar temas y actividades.

El aprendizaje es significativo al integrar áreas y contextualizar actividades. La escritura y la lectura como herramienta social surge de una necesidad social: comunicarse a través del tiempo y el espacio y guardar registro de la memoria.

Un ambiente alfabetizador establece límites y procedimientos para estimular la imaginación: leer y escribir cuentos, poesías y novelas; para recordar algo (actividades, un horario, fechas importantes); para comunicar algo a las familias o a otras personas dentro de la escuela; para identificar a alguien o algo.

Así la alfabetización sirve a las necesidades de los niños y del maestro; es condición necesaria para las funciones de socialización. Y por lo tanto tiene un sentido y un significado, ya que se vuelve necesaria para algo.

El aprendizaje es asistido: Los profesores son modelos que ofrecen conductas posibles de ser imitadas; respondiendo a las demandas desde el punto de desarrollo de cada uno; proveyendo interrogantes que generan un reto cognitivo junto con la instrucción para ayudar al desempeño; la retroalimentación, que ofrece información sobre los resultados obtenidos por los alumnos; y la estructuración cognitiva que ayuda al alumno a organizar su experiencia.


Analfabetismo funcional

Los analfabetos funcionales son capaces de entender el significado aislado de las palabras, y es cuando éstas se combinan y adoptan significados relativos y contextuales que su interpretación se vuelve imposible para ellas. Esta limitación también se ve reflejada en la escucha y el habla.

Grupo en condición de riesgo

Al ser capaz de hacer un uso básico de su lenguaje, pero incapaz de comprender un sistema lógico, entender instrucciones escritas, leer un texto en un medio de comunicación o interpretar imágenes, los analfabetos funcionales están expuestos a sufrir abusos de diversa índole contra sus derechos humanos.


Analfabetismo funcional en las redes sociales

En el medio digital utiliza las funciones de las redes sociales sin poder interpretar su contenido, ni medir las consecuencias de estos en términos comunicacionales.

De esta forma, da like, comparte fotos y comentarios, tuitea y retuitea; está conectado, pero no se incorpora al proceso de comunicación.

Reproduce contenidos misóginos o racistas sin poder identificarlo como tal.


Conclusión

Reducir las consecuencias del analfabetismo funcional al mero impedimento de interpretar un texto es subestimar esta problemática social.