martes, 21 de abril de 2015

Represa hidroeléctrica de Koka

La represa de Koka en plena obra
4 de mayo de 1960

Esta es una ocasión histórica de doble importancia en la vida de Etiopía al inaugurar y poner en servicio la Represa de Koka y la instalación hidroeléctrica.

Al hacer esto somos testigos de la culminación de una empresa que, desde sus inicios, ha estado muy cerca de nuestro corazón y por la que siempre hemos mantenido el mas alto interés personal.

Humildemente agradecemos a Dios Todopoderoso, que habiendo colocado sobre nosotros la pesada responsabilidad de guiar a nuestro amado pueblo en la senda del progreso y la cultura, nos ha permitido ser testigos de los frutos de nuestras labores.

Este proyecto, tan impresionante en sus proporciones, su complejidad y sus ramificaciones, refleja -junto con todas las otras tareas diseñadas para fomentar el progreso y bienestar de la humanidad -el gozo de la inteligencia, fe y diligencia; la inteligencia para comprender y discernir los recursos y oportunidades ocultas que la providencia benevolente ha puesto ante nosotros el desafió de demostrar que somos merecedores de los medios para llevarlos a un desarrollo total; la fe en la habilidad de nuestro pueblo para responder a ese desafío; la fe para comprender a través de las fatigas y dificultades del momento hasta la visión de su bienestar y progreso futuro que ofrecen estos recursos, oportunidades y trabajos; y, para alcanzar esta visión, la dedicación de continuar a través de las penas y fatigas.

De este modo, las oportunidades que el Todopoderoso, en Su generosidad y sabiduría, nos otorga, deben ser encontradas, creadas, desarrolladas y explotadas. Es el deber de toda la humanidad usar al máximo todos los regalos, ingeniosidad y recursos que han sido puestos a su disposición. Estas no son nuestras para que hagamos nuestra voluntad; nos han sido confiadas para que podamos, siguiendo el ejemplo de los países desarrollados, aplicarlas para mayor beneficio nuestro y de la posteridad; y cada uno de nosotros tiene el deber sagrado de cumplir este compromiso y demostrar que somos dignos de la confianza depositada en nosotros.

De igual manera sucede con las instalaciones que hoy estamos inaugurando. Etiopía ha sido bendecida con abundante precipitaciones y ríos bien alimentados, un suelo fértil, un clima propicio y una población laboriosa. Realmente, los desafíos presentados por la opulencia de nuestros recursos, han requerido de una cuidadosa selección, planificación y coordinación, a fín de dedicar a cada desafío la ideología y esfuerzo disciplinado que amerita.

De este modo, si observamos nuestro Plan Quinquenal en un aspecto más amplio, la instalación Koka toma su puesto asignado no solamente como una unidad importante de nuestros recursos de energía nacional, sino como parte de un programa a nivel nacional para la explotación de nuestros sistemas fluviales.


El Emperador con los ingenieros en el lugar de construcción
Esta misma selección y planificación se encuentra en la estructura a nuestros pies. No fue suficiente advertir la existencia de los recursos en la energía del agua, sino que tenían que ser meticulosamente medidos y se tenia que calcular la cantidad y regularidad del flujo futuro.

No fue necesario advertir la existencia de una catarata, fue necesario asegurarse mediante sondeos y estudios exhaustivos , cuidadosas perforaciones y medidas preventivas, que, desde el punto de vista de la ingeniería, la economía de la distribución eléctrica y las comunicaciones públicas, era factible la construcción de este lugar. Toda esta planificación y esfuerzo, bajo la dirección y supervisión de funcionarios asignados por nosotros, se encuentra ante nosotros en impaciente finalización y justifica y fomenta nuestra fe en la juventud de nuestro país.

Por lo tanto, esta impresionante instalación es un recurso nacional, que tiene sus orígenes en la vida e historia de nuestro pueblo y ofrece la oportunidad para el desarrollo de la industria y agricultura mediante el ahorro de las energías dinámicas y productivas de nuestros recursos acuáticos. Es nuestra obligación, explotarlas al máximo, en un renacimiento de nuestra agricultura e industria.

Por lo tanto, es particularmente adecuado que los recursos financieros y técnicos que, según el Acuerdo de Reparaciones, se encuentran a nuestra disposición, deben haber sido dedicados, en su mayor parte, a este productivo y poderoso programa para el desarrollo hidroeléctrico y agropecuario. Dicho programa puede contribuir poderosamente, mitigando viejas heridas, para mejorar las relaciones entre los dos países.
 
Sin embargo, como hemos observado, este proyecto ya ha sido integrado no solamente a un programa más grande, a través del cual el Río Awash hará, una y otra vez, con su caudal girar las ruedas de la industria y beneficiará al fértil suelo de nuestra patria, sino que también en un programa todavía mucho más amplio que incluye el Nilo Azul, el Webi Sheblli, el Dinder, el Taccase, el Mereb y otros.

De esta forma, la instalación hidroeléctrica de Koka será construida, junto con otras, mejorando el bienestar de nuestros amados súbditos. Para este propósito, hemos ordenado que se reduzcan las tarifas actuales de la electricidad producida por esta empresa construida con los fondos de reparación.

Además, a fin de que, por su lejanía, regiones remotas no sean perjudicadas, la misma tarifa reducida se aplicará a todas las comunidades, de manera que todos recibirán su parte justa. De esta forma, la nueva instalación puede servir como un poderoso estimulo de nuestra rápidamente creciente economía y sociedad.


Cataratas del río Awash
Para encontrar el significado real de esta ocasión, todos nosotros debemos, por lo tanto, ver 
más allá del día de hoy y más allá de la vasta estructura que se encuentra a nuestros pies. Al hacer esto, debemos dedicarnos nuevamente a la causa del progreso y prosperidad de Etiopía y su pueblo, que han jugado un papel tan importante en este proyecto.

Por nuestra parte, nunca abandonaremos nuestros esfuerzos para que la ciencia y tecnología moderna sean generosas con nuestro pueblo sin que esto ocasione perdida alguna de los valores morales y espirituales fundamentales que han contribuido tanto a nuestra historia. No pedimos menos de cada uno de nuestros súbditos.

Al mismo tiempo que valoramos la residencia, que cerca de esta presa ha sido construida para nosotros, se están llevando a cabo proyectos para que su utilización sea en beneficio de nuestro pueblo.
Y, por lo tanto, al haber encomendado todo el capital disponible en manos de aquellos en quienes hemos puesto nuestra confianza, nunca se nos ha ocurrido considerar la idea que ellos serían tan negligentes como para traicionar nuestra fe en su integridad o estar motivados por lucros como para ser apartados de sus responsabilidades.

En esta ocasión, deseamos agradecerles al Comisionado de Reparaciones, el Mayor Assefa Lemma, y aquellos especialistas, científicos e ingenieros que en el tiempo programado contribuyeron a la finalización de esta obra y a todos los que trabajaron por tanto tiempo y tan diligentemente para alcanzar este objetivo.

 

Su Majestad Imperial Haile Selassie I