miércoles, 11 de marzo de 2015

El Negus partió de Londres y se dirige a Ginebra

La Nación - 26 de junio de 1936
El Negus partió de Londres y se dirige a Ginebra



Protestará ante la Sociedad de las Naciones por el levantamiento de las sanciones

Paso por París

Londres, 25 (H).- Haile Selassie tomó el tren para dirigirse a Ginebra, a donde va a hacer un llamamiento a favor de Etiopía ante la Sociedad de las Naciones.

La legación etíope en esta capital anunció que “el emperador Haile Selassie protestará vigorosamente en la Sociedad de las Naciones por el retiro de las sanciones, y pedirá se le apliquen a Italia todas las penalidades del pacto”.

Tal sería, según la legación, lo que el Emperador informó al capitán Eden en la entrevista que ambos sostuvieron el martes.


Declaraciones del Negus

Londres, 25 (H).- Antes de salir de Londres, el Negus declaró a la prensa:
“En el momento de partir para Ginebra, a fin de defender la justa causa de nuestro pueblo, deseamos agradecer vivamente al pueblo británico las numerosas muestras de simpatía que nos dio durante nuestra estadía. Esas expresiones de simpatía son un gran consuelo y un fuerte aliento para que nos esforcemos en Ginebra por obtener de las naciones de la Asamblea la justicia que el pueblo etíope reivindica como su derecho.

Que Dios proteja a la gran nación británica y le de paz y prosperidad. Vamos a Ginebra llenos de esperanza”.

Una muchedumbre bastante numerosa que se había reunido en la estación aclamó al Negus en el momento en que éste, acompañado del ministro de Etiopía en Londres y de sus hijos, subió a su compartimiento.


El paso por París

Paris, 25 (H).- El Negus llegó a esta capital a las 20, a la Gare du Nord, acompañado por el ras Kassa, el Dr. Martin, ministro de Etiopía en Londres; del Sr. Blatten Guetta Herouy, Ministro de Relaciones Exteriores, y sus principales secretarios, Wolfe Ouerguis y Lorenzo Tezar.

Fue saludado por parte del gobierno francés por M. de Saint Martin, representante de M. Yvon Delbos, ministro de Relaciones Exteriores de Francia, y el personal de la legación de Etiopía en París.

También estuvieron algunos refugiados etíopes, entre ellos el capitán Babitchef, jefe de la aviación etíope, y algunos amigos personales, como el Sr. Grisule. Un servicio especial de policía, dirigido por M. Tiba, comisario de división, mantuvo alejados a los curiosos. En total había treinta personas, contando los funcionarios y periodistas.

El Negus, a pedido de los periodistas, se asomó a la portezuela del coche ferroviario y permitió que se le retratara, viéndole pálido, rígido y sin hacer gesto alguno. El convoy partió a las 21 rumbo a la estación de Lyon.


En la estación de Lyon

París, 25 (H).- El Negus y su cortejo tomaron ubicación en el compartimiento del tren que desde la estación de Lyon debe conducirlos a Ginebra, casi dos horas antes de la fijada para la partida del mismo. Para llegar al andén, el emperador etíope se vio obligado a efectuar un largo recorrido a pie, viéndose precisado el servicio de orden de alejar a los curiosos.

Haile Selassie se encerró en su compartimiento, bajando las cortinas, a fin de evitar la mirada de la muchedumbre.

El ministro de Relaciones Exteriores, M. Yvon Delbos, así como su colega británico, el capitán Anthony Eden, llegaron a la estación después del Negus. Ambos ministros departieron amistosamente hasta el momento en que el rápido emprendió el viaje.


Comunicado de la legación etíope en Londres

Londres, 25 (H).- Los representantes de la prensa que concurrieron esta tarde a la legación de Etiopía en esta capital recibieron la siguiente declaración:

“La entrevista que en el día de ayer sostuvo el emperador Haile Selassie con el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, capitán Anthony Eden, duró una hora tratándose en ese tiempo diversos problemas.

En tal oportunidad, el Emperador recibió la seguridad de que Gran Bretaña continuará respetando el pacto de la Sociedad de las Naciones y no reconocerá la anexión de Etiopía a Italia.

El emperador Haile Selassie expresó la decepción que le había causado la actitud del gobierno británico al abandonar las sanciones, y agregó que se pronunciaría enérgicamente ante la Sociedad de las Naciones contra toda reforma del pacto, por entender que es la única garantía para las grandes y pequeñas potencias y para la paz mundial”.


Publicado en el periódico diario La NaciónBuenos Aires, 26 de junio de 1936
Gentileza de la oficina del EABIC en Argentina