viernes, 7 de noviembre de 2014

Universidad Haile Selassie I

Primera piedra en la Universidad Haile Selassie I
7 de Noviembre de 1949

La población de nuestra capital, Addis Ababa, ha expresado a través de su alcalde, su deseo de erigir un monumento en nuestro honor, y por iniciativa propia, han comenzado a recaudar fondos, y hoy nos han solicitado que coloquemos la primera de este monumento.

También, ha sido confirmado que todo el pueblo de Etiopía se ha unido al esfuerzo del pueblo de Addis Ababa.
 
Tal como indicamos en ocasión de nuestro cumpleaños el pasado 23 de Julio, ahora haremos de vuestro conocimiento nuestras intenciones con relación a este monumento.

Ante todo, deseamos señalar que nuestro corazón se encuentra emocionado por el deseo de nuestro amado pueblo de erigir en nuestro honor una estatua en reconocimiento a los servicios a ellos y a nuestro país. No existe una mejor forma por parte de nuestro pueblo de mostrar su profunda gratitud hacia su soberano.

Cuáles pueden ser los mejores medios para que este mundo recuerde los logros de un
hombre? Muchas personas creen que esto se puede hacer erigiendo una estructura física y material; otros creen que sus trabajos en si mismos son monumentos perdurables. Nosotros, por nuestra parte, creemos que la contribuciones del hombre, que viven para influir sobre la vida y progreso de la posteridad, son monumentos permanentes que jamás se puedan erigir.

Hace ya 32 años que asumimos el alto servicio de ayudar y guiar los destinos de nuestro pueblo, contando desde nuestro reinado, cuando fuimos destinados al Trono Imperial de Etiopía. Durante este período de nuestro reinado, hemos tenido que enfrentar una serie de problemas y penalidades.
 

No puede haber mayor testimonio al reconocimiento a nuestra devoción por la causa de nuestro país y por el bienestar de nuestro pueblo, quienes han sido confiados a nuestro cuidado desde el día cuando fuimos escogidos por la gracia del Dios Todopoderoso como el Emperador Coronado de Etiopía, que esta expresión de los nobles sentimientos de nuestro amado y fiel pueblo de Etiopía.
 

Tenemos una fe imperecedera que el Todopoderoso, quién nos ha concedido el privilegio de alcanzar este punto, otorgará a Etiopía un futuro brillante y un destino imperecedero.
 

Ahora que nuestro pueblo está decidido a erigir una estatua a nuestra imagen, sentimos que es nuestro deber considerar cuáles serían los medios más apropiados de incorporar de una manera correcta y perdurable los sentimientos de nuestro pueblo.

Cualquier monumento que se construya para nuestro pueblo, que sea permanente, debe ser erigido sobre una base espiritual. Es bien sabido que durante nuestro reinado no escatimamos esfuerzo en promover y extender la educación y cultivar el espíritu y la mente de nuestro pueblo.
 
Es nuestro deseo sincero relacionar íntimamente la estatua que nuestro pueblo intenta erigir a nuestra imagen y en nuestro honor, como un monumento vivo en recuerdo de la buena voluntad de nuestro pueblo, el cual será recordado en la historia de generación en generación, llevando perennemente el afecto de un pueblo por su soberano.
 
Amado pueblo nuestro, al contemplar el levantamiento de un monumento en nuestro honor, nosotros, por nuestra parte, para expresar satisfacción y reconocer esta gratitud, hemos decidido que en este mismo lugar, donde nuestro pueblo decidió construir una estatua para nosotros con fondos recaudados voluntariamente, que se construya y establezca una universidad para la educación de la juventud de Etiopía, así como también permitirles a ellos y a futuras generaciones que se beneficien de este feliz acontecimiento.
 
Entrega de diplomas a graduados en manos del Emperador
Ahora colocamos la primera piedra de esta universidad, mientras les otorgamos este sitio para la construcción y establecimiento de una universidad, que al mismo tiempo representa un monumento para su Emperador, para el servicio y beneficio de sus hijos y de las generaciones futuras y para que se destaque como un símbolo de gratitud mutua entre su soberano y su pueblo.
 
La salvación de nuestro país, Etiopía, tal como repetidas veces se los hemos señalado, se encuentra principalmente en la educación. Ya que Etiopía es una, también todos los etíopes son uno, y la educación es la única forma de mantener esa condición.


Su Majestad Imperial Haile Selassie I